Se puede considerar que la piedra Rosetta es un instrumento que se ha utilizado a lo largo de la historia para el aprendizaje de lenguas. Más concretamente, con el descubrimiento de esta reliquia y gracias al francés Champollion, somos capaces hoy en día de conocer el idioma egipcio antiguo.
Esto fue posible gracias a la coincidencia del texto presente en la piedra Rosetta de las dos versiones del egipcio, jeroglífico y demótico con el griego antiguo.